La
marcha realizada contra la televisión basura en el Perú volvió a reavivar el
interés por el tema del ráting. Y es
que, en la televisión peruana, como ocurre en muchos países del mundo, la
decisión de lanzar, mantener o cancelar un programa depende en gran medida del ráting.
Los
reality show “Esto es Guerra” y “Combate” de América Televisión y Atv, respectivamente,
por ejemplo, antes de la marcha contra la televisión basura, registraban
promedios de 20 a 30 puntos para “Esto es Guerra” y de 15 a 20 puntos para
“Combate”. La serie “Al fondo hay sitio”, en su nueva temporada abrió con 36
puntos de ráting, lo que para muchos
productores es todo un éxito.
Un
punto en el ráting en el Perú
equivale a más o menos 130 mil personas. Esto significaría que uno de esos
programas tendría entre 2 y 3 millones de televidentes.
Pero,
un primer aspecto a esclarecer es, ¿cuál es el procedimiento para definir el rating en el Perú?
Miriam
Larco, secretaria Técnica de Concortv, señala que el rating se logra de una medición que tiene como muestra 680
televisores, 480 en Lima y 200 en provincias, todas ellas monitoreadas por la
empresa Ibope Media, que estima el índice de audiencia en base a lo que arrojan
estos resultados.
Pero,
según Larco, esta muestra no podría ser representativa de una población de 30
millones de peruanos que a diario son testigos del embrutecimiento de ellos
mismos y de sus propios hijos, quienes solo en un 11 por ciento, son
monitoreados por sus padres en la programación a la que están expuestos.
Un
segundo aspecto, es que, sin importar el rating,
los jóvenes que volverán a marchar contra la tv basura han demostrado que el
poder omnímodo de la televisión peruana puede ser desafiado, evitando que siga
siendo un instrumento de control social que sobreviva gracias a la inercia y
pasividad de sus televidentes.
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