Directivos
Sin crédito
La popular frase “no es amor al chancho sino a los
chicharrones” parece dibujar las reales intenciones de los dirigentes de las cooperativas
ayacuchanas. Y si algunos de ellos han sido objeto de denuncias por sus malas
artes, la Santa María Magdalena podría calificar como el manantial de este tipo
de directivos que se benefician con préstamos fabulosos, a sola firma y en un plazo
que no superan muchas veces el chasquido de los dedos.
Las
explosivas declaraciones de Roque Montero Huamaní –presidente en dos ocasiones
e innumerables veces delegado de la Cooperativa Santa María Magdalena– y que
tienen como blanco al actual hombre fuerte de dicha entidad crediticia, Luis
Cama Godoy, a quien acusa de estar detrás de su separación de la Cooperativa,
dan fe no solo de este nada secreto privilegio del que gozan sus directivos,
sino, también, de operaciones y transacciones sospechosas que comprometen la adquisición
de inmuebles, bienes y servicios.
Pero
nada de esto hubiera salido a la luz, de no haberse quebrado la relación entre
Roque Montero Huamaní y Luis Cama Godoy, quienes desde el año 2001 comenzaron a
ganar espacios en la Cooperativa y a controlar una de las entidades de mayor
volumen de socios en la región de Ayacucho y cuyo capital supera los 300
millones de nuevos soles en activos.
Según
propia confesión –versión que ratifica el abogado Cama Godoy–, Montero Huamaní
recibió una serie de créditos por cantidades considerables que, sumadas todas
ellas, superan e1 millón 110 mil nuevos soles. Dichos créditos –el más fuerte
de ellos a favor de una de sus empresas: Transportes y Turismo Divino Niño
Jesús por 180 mil dólares– aparentemente habrían sido asignados a favor de varias
de sus empresas.
Nada
de esto sería un problema, si no se tratara de un directivo y si los préstamos
hubieran seguido los procedimientos establecidos. Pero, según precisa el propio
Montero, gran parte de estos créditos no dispondrían de garantía real (aunque
sí de aval en algunos casos), habrían sido hechos a sola firma y, lo que es
peor, en un solo día.
Montero
Huamaní no habría lanzado la primera piedra si no supiera que estas denuncias
comprometen directa o indirectamente a Luis Cama Godoy. Asegura que muchos de
los préstamos de menor y mayor cuantía tuvieron que pasar por las manos del
gerente general, lo que indica –según Montero– que Cama sabía el destino que
tendría cada crédito.
Y
es que, según el ex directivo, todos los préstamos fueron destinados a cubrir
deudas de las empresas en donde ambos eran (son) socios. Este es el caso de la
Empresa de Transporte Divino Señor.
Montero
no quiso abundar en el tema de otra empresa, una emisora radial que fue
comprada a nombre del hermano del actual gerente general de la Cooperativa,
pero dejó entrever que también allí se produjo algo parecido.
La
respuesta de Cama Godoy ante este hecho fue categórica. Asegura que Montero
tendría que probar sus afirmaciones, sin embargo admite que mantiene una sociedad
con éste y con otros dos trabajadores de la Cooperativa Santa María Magdalena (Carlos
Pozo y Renán Ramírez), con quienes adquirieron la empresa Turismo Divino Señor S.A.C.
La distribución de las acciones, señala Cama, fueron en partes iguales, pero a
raíz de algunos problemas económicos (aparentemente una deuda que bordea el
millón de dólares), se produjo la separación de los socios en medio de un
acuerdo que terminó por distribuir la flota de vehículos entre cada uno de
ellos.
Cama
Godoy tampoco niega haberse beneficiado con préstamos de la Cooperativa. Su
propia Empresa de Transportes y Servicios Turísticos Generales Don Sebas S.A.C.
–la misma que cuenta con varias unidades de la marca Scania y de Mercedes Benz
valorizadas desde 360 a 400 mil dólares aproximadamente– y cuya gerente general
es su esposa, obtuvo préstamos importantes de la Cooperativa Santa María
Magdalena y de otras entidades financieras. Pero a decir del gerente general,
esto no ha sido irregular.
La
millonaria compra de un terreno en Huanta
La
otra denuncia de Montero Huamaní –de quien Cama Godoy señala que no tiene
ninguna autoridad moral– advierte indicios de una posible irregularidad. Señala
que el proceso de adquisición de dos terrenos de 1.4 ha en total, ubicado en el
sector Esmeralda, predio rural Huasi Punco de la provincia de Huanta, habría
sido sobrevaluado en perjuicio de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa
María Magdalena, que pagó la suma de 1 millón 282 mil 680 nuevos soles a pesar
que ambos terrenos tenían como precio de compra 218,180 nuevos soles.
Según
la partida N° 11009765 de Registros Públicos, Daniss Susana Sánchez López, la
propietaria inicial, vendió el 02 de setiembre de 2011 uno de los dos terrenos (actualmente
de la Cooperativa) a Olivia Josefa Palomino Quicaño por la suma de 143,180
nuevos soles. Lo curioso del hecho, según Montero, es que Olivia Palomino
(Trabajadora de Foncodes), para pagar el costo de este terreno y del otro predio
perteneciente a Máximo Sánchez, no solo habría solicitado un crédito de la
Cooperativa por la suma de 390 mil soles, sino que hipotecó ambas propiedades a
favor de la entidad crediticia hasta por un valor de 210 mil dólares
americanos. Así indica la misma partida presentada a Registros Públicos a la
misma hora y en el mismo día de la compra inicial.
La
hipoteca, según la partida registral, fue levantada, una de ellas, en diciembre
de ese año y, la otra, en enero de 2012. Montero se pregunta: habría que ver
cómo en solo cuatro meses, una trabajadora de Foncodes que gana 4,500 soles,
logró cancelar una deuda de 390 mil soles.
El
8 de febrero de 2012, cinco meses después de que se produjera la compra venta
mencionada, los directivos de la Cooperativa Santa María Magdalena deciden
adquirir ambos lotes a un monto de 423,600 y 859,080 nuevos soles,
respectivamente, haciendo un total de S/. 1’282,680.
La
pregunta sería ¿por qué pagar una suma muchísimo mayor –seis veces más– de su
costo inicial?
Luis
Cama Godoy ensaya una respuesta. Indica que la razón por la que se pagó esta
cifra es porque dos especialistas contratados por la Entidad valorizaron el
predio en una suma, inclusive, mucho mayor del costo planteado por la señora Olivia
Palomino. Asegura que en este proceso no hubo irregularidades y que contó con
los estudios correspondientes. El terreno, agrega el gerente general de la
Santa María, será destinado a un complejo habitacional cuyo proyecto ha sido
aprobado en Asamblea.
De cualquier forma,
la denuncia de Montero Huamaní, beneficiario de onerosos créditos, sugiere una
investigación que vaya más allá de las cotidianas auditorías, donde los
investigados no sean juez y parte, y donde la voluntad de servir devuelva algo vital
para la subsistencia de una entidad financiera: la confianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario