Minería
Operativo utilidad
Ollanta y el impuesto a la riqueza
Escribe: Magdonio Pisco Rabanal
Hay temores milenarios y uno de ellos le corresponde a quienes extienden la mano a las mineras. Por lo menos de eso puede dar testimonio el señor Ollanta Humala Tasso, flamante presidente de la República, quien ha pasado de la exigencia a la casi súplica para el impuesto a la sobre ganancias a las grandes mineras. Gravarán solamente a la utilidad operativa y no a las ventas que fue el planteamiento minero luego que su candidata perdiera las elecciones. Eso nos lleva a perder unos cuantos miles de millones más.
El esquema establecerá tasas variables progresivas sobre la base de los márgenes de dicha utilidad y según el premier, Salomón Lerner, el Estado espera recaudar S/.3 000 millones anuales. Hay que reconocer que dicho monto está muy por encima de los míseros S/.450 millones de Alan García y la derecha.
La satisfacción minera emerge cuando ellas afirman que definir la línea técnica o de base de gravar a las utilidades operativas era lo concreto.
“Hicimos una reunión, se trabajo con todas las empresas mineras y se hicieron consultas con sus matrices”, fue la expresión del presidente de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMP), Pedro Martínez.
Por su parte, el Ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, afirmó que modificar los Contratos de Estabilidad era una muy mala señal para las matrices y los inversionistas de las mineras en el extranjero, y para eso estaban buscando un mecanismo legal.
Para los peruanos lo lógico sería gravar a las ventas y no a la utilidad operativa, puesto que en el Perú la tributación minera tiene beneficios que en Chile, Canadá y otras naciones no lo encontrarían.
Uno de esos beneficios es la depreciación acelerada de maquinarias y equipos, que reducen enormemente las ganancias con lo cual las mineras recuperan su inversión solo en cuatro años –descontando de las ventas–, cuando el mínimo establecido era de 15 años.
También están los servicios prestados por terceros sujetos, cuyos costos suelen inflar las empresas. Están, igualmente, los descuentos por los gastos en exploraciones y otras adendas que minimizan la utilidad operativa.
Así, las ganancias mineras solo en el año 2010 fueron de S/. 52 mil millones, con los descuentos llegaron a una utilidad operativa de S/. 20 mil millones y para el 2011 se estiman ganancias mayores a los S/. 60 mil millones. ¿Cuánto nos dirán que será la utilidad operativa?
A estas contemplaciones se suma que las grandes empresas mineras, tales como Yanacocha, Antamina, Cerro Verde, no pagan el impuesto a la renta. Se amparan en el programa de inversión con cargo a utilidades no distribuidas.
Eso le permite hacer uso hasta del 80% del impuesto a la renta. Se trata de un programa que está protegido por el Art. 62º de la Constitución de 1993 que no puede ser modificado por Ley, solo por acuerdo entre las Mineras y el Estado, puesto que son Contratos – Ley.
Hoy nos hablan que las inversiones mineras en lo que va del año llegan a US $. 2,947 millones, pero no informan que algunas lo hacen con el impuesto que no pagaron. ¿Con cuanto de nuestro dinero estarán invirtiendo? Téngase presente que Antamina hizo uso de dicho programa en el 2009 y no pagó US$. 900 millones. Cerro Verde lo aprovechó en el 2006. La lista de las empresas que hicieron uso de dicho programa es larga.
Al parecer, las grandes mineras han sulfatado la memoria gubernamental. Mientras dichas empresas levantan enormes edificios en Boston con las ganancias de nuestras minas. En el sur de nuestra sufrida patria millones de pobres sufren el embate de la naturaleza y centenares de niños siguen muriendo más que de frió de miserable miseria minera.
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