miércoles, 3 de octubre de 2012


Apreciación Política.
Raúl González.

A propósito de Ayacucho y el MOVADEF…
INTENTANDO ENTENDER AL PERU DEL 2012…
Desde hace un par de meses vienen ocurriendo cosas extrañas en Ayacucho; realmente muy extrañas. Parecería que alguien pretende torcer el curso de los acontecimientos políticos en Ayacucho y, tal vez sin darse cuenta, de todo el Perú.
Hechos.-
El día 24 de julio de este año se realizó en Ayacucho un Paro Regional convocado por el Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho, FREDEPA, de apoyo a los maestros del CONARE que se encontraban en huelga. Ese día lo relevante no fue la contundencia del Paro sino dos noticias, aparentemente secundarias, que los diarios locales se encargaron de difundir. 
La primera: en la zona conocida en Huamanga como El Calvario, la policía “había detectado a tres individuos sospechosos” que, al darse cuenta de que serían intervenidos, corrieron y se pusieron a buen recaudo, dejando unas bolsas de polietileno que contenían fulminantes electrónicos, explosivos de uso militar C4 y un detonante metálico. El Jefe policial de Ayacucho, Coronel PNP Pedro Herán, informó de que se trataba de explosivos similares a los de fabricación rusa que se habían utilizado en el VRAE en sendas emboscadas realizadas a la policía.
En la conferencia de prensa que convocó el jefe policial exhortó a la población para “estar atenta e impedir que en el Paro se infiltren extraños con el fin de causar daños mayores”, relacionando, como también lo haría la prensa ayacuchana, al Paro con el MOVADEF y con los explosivos.
Sin embargo, nadie explicó cómo lograron escapar los portadores de los explosivos y nadie dijo que las emboscadas citadas por el Coronel no la hacen los del MOVADEF sino sus antiguos correligionarios y actuales enemigos: los miembros de la columna armada del VRAE.
La segunda noticia: en el distrito de San Juan Bautista se había distribuido un volante del MOVADEF donde se consignaba la frase “MOVADEF. Prepararnos para la Nueva Jornada de Conquista del Poder” y donde se decía que ellos son los que dan dirección política a las luchas de los maestros agrupados en el CONARE. 
Como fácilmente puede comprenderse, los del MOVADEF jamás podrán decir, ni poner en negro sobre blanco, que se están preparando para “una nueva jornada” para “tomar el poder”; y aunque se sospeche o se sepa que eso es lo que hacen, nunca dirán que ellos (MOVADEF) dan dirección a una huelga como la que lideró el CONARE. 
Se puede colegir entonces que el volante no era del MOVADEF. Sin embargo, los diarios ayacuchanos no solo reprodujeron el comunicado, que ciertamente existió, sino que lo manipularon. En la portada del diario Panorama, por ejemplo, reprodujeron el volante en cuestión con el logo del MOVADEF y, en el interior del mismo diario, volvieron a reproducirlo sin el logo. ¿Hubo dos volantes? No, el volante en cuestión no tenía el logo y éste fue colocado por dos de los tres diarios locales.
Un día antes, en las redes sociales, había circulado profusamente una carátula fraguada o clonada del diario ayacuchano La Calle, donde se decía que el diario y la Radio Wari eran los voceros oficiales del MOVADEF y donde se mencionaba a varios periodistas locales, que fueron así “presentados” como miembros del MOVADEF; entre ellos el periodista ayacuchano residente en Lima Pedro Yaranga, uno de los actuales referentes mediáticos en temas relacionados con el VRAE y el narcotráfico.
La página fraguada del diario La Calle, como es obvio, tampoco la hizo el MOVADEF.
Finalmente, el día 13 de septiembre el diario Correo, en su edición ayacuchana, informó que en la puerta de la Universidad de Huamanga se había repartido otro volante del MOVADEF donde se rendía “homenaje” y reconocimiento a unos “mártires”, todos vivos, a los que se citaba con nombre y apellido.
Este volante también resultó falso; a ningún miembro de esta agrupación, por lo demás, se le hubiera ocurrido redactar un documento donde se nombrara a dirigentes y amigos.
En conclusión, desde hace dos meses “alguien” está sembrando “información” en Ayacucho, y obviamente lo hace porque se encuentra trabajando para crear un escenario, con “pruebas” tangibles, aunque sean falsas, que les permita barrer en breve a lo que suponen es la columna vertebral del MOVADEF. 
Por qué y para qué, se sabe. Lo que no se sabe es quién se encuentra detrás de todos estos escritos, volantes e insinuaciones, quién da las órdenes y cuál es el plan.
De acuerdo con la información recogida, no existe un grupo del gobierno ni de los servicios de inteligencia que se encuentre trabajando para abordar el tema MOVADEF. No obstante, todo parece indicar que sí existen “iniciativas” policiales, no conocidas por el Comando, que se preparan para arrasar al MOVADEF y a todo lo que huela a marxismo o izquierdismo.
Como suele ocurrir, al no existir planes para abordar los posibles escenarios que el Perú deberá enfrentar en el mediano y largo plazo, y al constatar que no existe en el gobierno claridad política al respecto, han aparecido, una vez más, esos aventureros, con seguridad premunidos de buenas intenciones, que no resolverán nada sino que solo complicarán más el problema porque echarán leña al fuego.
Y como para concluir, el pasado 25 de septiembre el Gobernador de Ayacucho anuncia haber sido amenazado de muerte. ¿Por quién? El sostiene que por el MOVADEF.

El tema MOVADEF.-

El MOVADEF es ciertamente un movimiento político que nace porque así lo deciden Abimael Guzmán y el Comité Central de Sendero en prisión. Los objetivos: hacer trabajo político y crear las condiciones para que sus dirigentes salgan libres, y sentar las bases para Reconstituir el Partido. Eso está claro.
Sin embargo, hay varias cosas que Guzmán, el Comité Central y los Señores Crespo y Fajardo no manejarán.
¿Por qué razón? El movimiento se convierte desde el día de su formación en un espacio político inexistente en un país donde, tras la aventura senderista, la totalidad de sus fuerzas políticas renuncian al trabajo político partidario, se refugian en Lima y gobiernan desde allí; y viven con una paranoia que no les permite escuchar las palabras cambio social, derechos humanos, etc., que recusa todo lo que suene a izquierda o marxismo y que, como a mediados del siglo pasado, comienza peligrosamente a mirar con desconfianza a todo provinciano con rasgos andinos que protesta o se atreve a levantar algún reclamo.
Fernando Tuesta por eso habla de un desplome del sistema partidista y sostiene con corrección que los partidos nacionales son vistos como partidos limeños, incapaces de entender la realidad distinta y diversa de las regiones y provincias.
Soy consciente de que al Perú le será muy difícil aceptar que en este MOVADEF, creado para contribuir con la excarcelación de los líderes del senderismo terrorista de Guzmán, muchos jóvenes de Puno, Cuzco, Ayacucho, Huancavelica, Junín, Apurímac, Cerro de Pasco, Huánuco, Tumbes, La Libertad, Cajamarca y el norte chico de Lima, han encontrado un espacio donde pueden hacer política y trabajar por intentar cambiar su país.
En los últimos años he vuelto a recorrer el Perú y he conversado con decenas de jóvenes, y he constatado, con bastante pesar, que el desprestigio de la clase dirigente peruana y de sus organizaciones políticas son responsables de que “el futuro del Perú”, su juventud, ya no crea en ellos y que considere que el sistema democrático es sinónimo de corrupción y prebendas.
Todos los días recuerdo lo que no hace mucho me dijo un joven huancavelicano: “Si no tienes documentos, o te ves envuelto en algún incidente, el policía te detiene, te mete preso. Si quieres salir, tienes que pagar. Si no lo haces, pasas a la fiscalía, y el fiscal te pide plata. Si no pagas, vas al juez y él es la última posibilidad de salir y él también cobra. Todo es así. Si te duele una muela o te da un cólico vas a la posta médica, pero para que te atiendan tienes que sacar tu ticket. Si no tienes los seis soles, a nadie le importa tu dolor. Si necesitas un trabajo en algo del Estado, si no pagas para entrar tienes que dejarle al jefe tus 200 o 300 soles mensuales”.
Bueno, muchos de esos jóvenes, están en ese movimiento ideado por quién bañó de sangre al Perú. Y también algunos antiguos izquierdistas y por cierto que también bastantes compatriotas resentidos y frustrados de la costa, sierra y selva. Nos podrá indignar y resultar incomprensible, pero hacen están haciendo lo que los partidos nacionales no han hecho ni se esfuerzan por hacer.
Aunque le suene raro a muchos analistas y políticos, en el MOVADEF existen tres vertientes o posiciones. La hegemónica y más importante es la del Comité Central senderista con Crespo y Fajardo que trabajan para crear las condiciones políticas necesarias para una amnistía que le permita excarcelar al mayor número de sus militantes y, al mismo tiempo, colocar los cimientos para reconstruir su partido. Sin embargo, la más numerosa es la gente joven, universitarios y profesores jóvenes que están en el CONARE y que, si bien gritan “Amnistía”, quieren formar un movimiento nuevo. La tercera, los que han purgado prisión y están libres y cuya posición política no es , como se cree, monocorde sino que depende, en la mayoría de los casos, de la forma como fueron tratados en prisión por el Comité Central; una cuarta vertiente podrían ser los resentidos y frustrados que también los acompañan pero que no tienen ni  voz ni voto.
Un joven universitario ayacuchano me dijo un día en el bus que nos llevaba de Lima a Ayacucho, en el que coincidimos e intercambiamos opiniones gracias a un bingo que se jugaba en el trayecto: “Cuando acabó la guerra de Sendero en todo el país se creó un vacío político impresionante, parecido al de los años treinta cuando los partidos de la oligarquía y el civilismo fracasaron y se desmoronaron. ¿Qué pasó? Surgieron Haya y Mariátegui y cubrieron ese espacio durante casi cincuenta años. Hasta que llegó Velasco y luego Sendero. Ahora, de nuevo, se han caído todos los partidos. De ese vacío tiene que salir algo”.
Y ese algo, quieren crearlo, aunque a nosotros nos disguste y no lo podamos explicar, desde el MOVADEF.
Este contingente, mayoritario, hasta donde entiendo, no hace cuestión de Estado por la “Amnistía” pero sí por esa utopía que es construir “el gran movimiento” que, sostienen, “sí hará la gran transformación” y eliminará esa corrupción con la que convivimos desde hace años.
Los señores Crespo y Fajardo, no discrepan con esta apreciación, pero para ellos lo más importante es la amnistía y no el movimiento. Esa es la contradicción que hace que el MOVADEF no sea un movimiento monolítico de pensamiento único donde lo que dice Guzmán o a sus voceros, se hace. Esa es la pequeña y  gran diferencia que en el Perú no se percibe.
Entonces, cuando hablemos del MOVADEF no solo pensemos en los senderistas terroristas sino en toda esa parte del Perú que quiere creer en algo, que quiere cambiar el país pero que solo encuentra, a lo largo y ancho del territorio nacional, como decía un antiguo locutor deportivo, esa opción porque los partidos políticos del sistema no presentan las suyas; en toda esa parte del país que reacciona corporativamente cuando se siente atacada, ninguneada y despreciada.
Es cierto que si están en el MOVADEF deben asumir el activo y el pasivo senderista, pero también es cierto que quienes creen en la democracia tienen la obligación de ganar para la democracia a los que no creen en ella.  

Derrotar al MOVADEF.-

Al MOVADEF hay que derrotarlo política e ideológicamente porque el llamado “Pensamiento Gonzalo” considera que la violencia en sí misma es la partera de la historia y porque considera al ser humano como una variable y no como el fin supremo de una gesta; por eso Guzmán decía que si el costo de la revolución era un millón de vidas humanas, él estaba dispuesto a pagar la factura.
El “Pensamiento Gonzalo”, por lo demás, parte de un diagnóstico equivocado porque el Perú ya no es una sociedad semifeudal y semicolonial. Además, no pueden levantar la tesis maoísta de que el nuevo orden social se construye en el campo porque los campesinos son sus principales enemigos.
Pero al “Pensamiento Gonzalo” que existe en el MOVADEF hay que derrotarlo por las buenas; como se combate en una democracia a un adversario.
Las ideas se combaten con ideas y no con leyes, como por fortuna lo creen y lo dicen algunos pocos funcionarios de gobierno, y  sin  policía ni represión.
La lucha, como lo han recordado en estos días los policías de la DINCOTE que capturaron a Guzmán, es política y nadie la asume en el Perú. La policía debe, sí, estar atenta y lista para actuar el día que decidan coger las armas y prepararse militarmente. Antes, no.
Si los aprendices a estrategas de Ayacucho creen que obtendrán su diplomatura en lucha contrasubversiva deteniendo a todos los que han señalado en los volantes que reparten como miembros del MOVADEF, se equivocan. Lo único que lograrán serán dos cosas:
Lo primero, le enajenarán al Perú, de nuevo, al pueblo de Ayacucho y a todo el Sur Andino. Lo mismo ocurrió entre 1980 y 1982. Los “sinchis” desataron entonces una represión contra todo lo que sospechaban que era Sendero y lo único que lograron fue que crecieran y despertaron la solidaridad de quienes sabían que los perseguidos eran inocentes.
El país debe entender que así sea inexplicable, el CONARE reina en el magisterio ayacuchano y muchos jóvenes se sienten cercanos a ese MOVADEF porque, simple y llanamente, no están de acuerdo con el Sendero del VRAE, el de los hermanos Quispe Palomino, que se encuentra en el mismo Ayacucho, a su costado y que pone bombas, vive del dinero de la coca y mata uniformados cada vez que puede.
El país también debe entender que este MOVADEF, si tiene como misión crear las condiciones sociales y políticas para la excarcelación de sus líderes, no puede poner bombas ni prepararse para una insurrección porque desnaturalizaría su razón de ser. No pueden ni tirar piedras y menos amenazar con la muerte a nadie. 
El día que Sendero decida volver a las armas, creará otro grupo en forma clandestina porque saben que en el MOVADEF están infiltrados por todos los servicios de inteligencia de todas las fuerzas armadas y policiales. Y el día que decidan matar a alguien lo harán sin decir que son del MOVADEF y que sin ellos se enteren. Esto es de simple sentido común. 
Si se reprime a la bruta al MOVADEF se habrá renunciado al reto que hoy tiene la sociedad, el Estado, el gobierno y toda la clase política: demostrarle a esa parte del país que los mira como una opción, y no como se hace en Lima, como un peligro, que la democracia es superior al llamado “Pensamiento Gonzalo”.
¿Es tan difícil demostrarlo? Al contrario, es muy sencillo y solo se necesita decisión y convicción.
Lo segundo es más peligroso. Si el plan puesto en marcha en Ayacucho contra el MOVADEF cristaliza, el Sendero del VRAE será el gran ganador.
El General Otto Guibovich, ha advertido con lucidez que el Sendero del VRAE es un partido militarizado que tiene una concepción de Frente Único diferente a la que tenía el Sendero histórico; es decir, una política de alianzas distinta. Mientras para Guzmán en el Frente Único solo debían estar los que pensaban como ellos, en el PCP-VRAE consideran que pueden participar todas las fuerzas políticas y clases sociales del país, incluso la burguesía nacional y, sin discriminación alguna, todas las izquierdas, obviamente también al MOVADEF.
Bueno pues, si en el país se decide golpear a la bruta al MOVADEF y se comienza por Ayacucho, como se viene haciendo, los hermanos Quispe Palomino tendrán la gran oportunidad de alcanzar lo que hoy no puede lograr ni el mismo Abimael Guzmán: la reunificación de Sendero en un Perú que no es el de los años 80.

Lima, 26 septiembre 2012.